En lo que respecta a políticas medioambientales, hay una diferencia abismal entre la izquierda y la derecha en Madrid. Para los primeros, convertir a Madrid en una capital verde y líder mundial en sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales de su campaña, objetivos que chocan con la opinión de la derecha. Precisamente, es en este bando donde hay un gran abanico de opiniones — desde los miembros de Vox que niegan que el cambio climático exista, hasta el punto de vista más común, y tal vez más peligroso, del PP, quienes admiten el cambio climático pero le restan importancia.
Más personas mueren por la contaminación en Madrid que en cualquier otra ciudad europea.
Un estudio publicado en enero de 2021 midió los niveles de contaminación en ciudades de toda Europa. El área metropolitana de Madrid ocupó el primer lugar en dos categorías: mayores concentraciones de dióxido de nitrógeno y mayor número de muertes evitables por dicha contaminación (Barcelona fue la siguiente ciudad española en la lista, ocupando el sexto puesto). Y es que la contaminación por dióxido de nitrógeno proviene principalmente de los gases emitidos por los tubos de escape de los automóviles.
Las políticas de la izquierda que restringen el tráfico en zonas como Madrid Central han reducido los niveles de dióxido de nitrógeno por primera vez en años. El PP no solo niega el beneficio, sino que ha afirmado descarada y falsamente que las restricciones del tráfico han empeorado los niveles de contaminación.
Hasta 5000 madrileños mueren cada año por causas relacionadas con la contaminación del aire.
Las estimaciones de muertes anuales en Madrid atribuidas a la contaminación oscilan entre 1000 y 5000. No es fácil precisar el número exacto pero todas las organizaciones científicas en España y Europa están de acuerdo en que la contaminación provoca muertes evitables. Ayuso, sin embargo, se niega a creerlo.
“Nadie se ha muerto por [la contaminación del aire]”, respondió en una entrevista cuando le preguntaron sobre los niveles de contaminación en Madrid. “Es decir, yo no quiero que se cree una alerta sanitaria porque no la hay… Las ciudades van a ir cada vez más destinadas a [reducir emisiones]… pero no se va a morir la gente, tal y como se expone muchas veces, creo que no es real.”
Su tajante negación encaja perfectamente con políticas del PP como la eliminación de los carriles para bicicletas y el intento de desmantelar Madrid Central. “Nuestra ciudad ha pasado en dos años de ser un referente internacional en movilidad y lucha contra la contaminación a la pasividad total” señaló la portavoz de Más Madrid.
En Madrid se queman muchas toneladas de basura, y los que viven cerca padecen las consecuencias.
Una decisión precipitada del gobierno regional del PP en 2008 provocó que los municipios desprevenidos se tuvieran que ocupar de su propia recogida de basura, y muchos tuvieron que quemarla en lugar de separarla o reciclarla. Más de una década después, el vertedero de Valdemingómez, que pertenece a la ciudad de Madrid, tenía previsto cerrar su incineradora en 2025 en beneficio de un modelo sostenible, hasta que un plan aprobado por Ayuso y el alcalde del PP de Madrid en 2019 trajo toda la basura de los municipios vecinos a Madrid.
El vertedero, que se encuentra a las afueras de Vallecas, justo al lado del Sector 6 de la Cañada Real, está quemando más basura que nunca mientras los vecinos, muchos de los cuales son inmigrantes y personas vulnerables, tienen que lidiar con los olores nocivos y humos tóxicos (las quejas por los malos olores se dispararon un 42 % en los ocho meses posteriores al cambio). Debido al dramático aumento en el volumen de basura, que llega sin clasificar y no se puede reciclar, los planes de eliminar gradualmente la incineradora se han interrumpido.
España ha sido llevada al Tribunal Europeo por ignorar “sistemáticamente” las leyes sobre contaminación del aire.
Proporcionar aire limpio es un requisito para formar parte de la UE, y España ha sido llevada al Tribunal Europeo por fracasar sistemáticamente en dicha causa, concretamente en Madrid, Barcelona y Baix Llobregat (Cataluña). El hecho de tener que acudir a los tribunales demuestra no solo un incumplimiento de las normas aéreas de la UE (Madrid no ha logrado esa meta ni una sola vez desde que se convirtió en una norma jurídicamente vinculante en 2010), sino también una enorme indiferencia ante el problema y la falta de reglamentos para abordarlo.
Las respuestas de la derecha y la izquierda:
El programa del PP sobre sostenibilidad de cara a las elecciones de Madrid gira principalmente en torno al “Plan de Incentivos para la Descarbonización” que prioriza la libertad de empresas y conductores, dándoles incentivos para recortar voluntariamente la contaminación que generan. Después de 26 años de gobierno ininterrumpido del PP en la región de la capital española, Madrid se ha quedado atrás, no solo del resto de España, sino de Europa en lo que respecta al medio ambiente.
Los partidos de la izquierda—PSOE, Podemos y Más Madrid—dejan claro que cambiar el rumbo de las políticas actuales es una prioridad de sus campañas. En lugar de usar un lenguaje con términos como “libertad” o “incentivos” (como el PP), hablan de convertir a Madrid en un líder mundial de la sostenibilidad. Una de las políticas más exitosas durante el liderazgo de Ahora Madrid (una coalición entre Podemos y Más Madrid) fue Madrid Central, y Podemos y Más Madrid quieren llevar esa misma estrategia al resto de la Comunidad, en ciudades con más de 50 000 habitantes. Esta iniciativa es tan solo una de la extensa lista de compromisos anunciados por Podemos y Más Madrid, quienes señalan que “ante la crisis ecológica no hay plan B, solo hay un planeta”. Aunque pueda sonar obvio, si echamos la vista atrás a los últimos 26 años de gobierno en Madrid, dicha declaración resulta bastante revolucionaria.