Charla Electoral de Madrid: Desigualdad de género, violencia de género y derechos sexuales y reproductivos

La pandemia no ha afectado a todxs por igual. De hecho, ha potenciado las desigualdades prexistentes. Durante el período del confinamiento del año pasado, Madrid registró un aumento del 37% en las llamadas a su línea regional de ayuda en temas de violencia de género. Debido a las presiones de Covid-19, las mujeres de la capital han sido desproporcionadamente afectadas en comparación con sus compañeros varones.

La presidenta actual de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho muy poco para desafiar la desigualdad estructural de género que perdura en la región. Las actuales políticas de su gobierno dedicadas a afrontar la desigualdad y Violencia Basada en el Género (VBG) pueden describirse, en los mejores casos, como incongruentes e inespecíficas, y en el peor de los casos, desmesuradamente violentas hacia las mujeres. Especialmente a aquellxs pertenecientes a las comunidades minoritarias.

Durante la cumbre de la pandemia, de marzo a julio 2020, la línea de ayuda del 016 de Madrid recibió 9.665 llamadas, de las cuales 1,610 eran la primera vez. 

En una epidemia que se ha apoderado de Europa, Francia informa que las llamadas en el primer mes de confinamiento aumentaron un 400%, mientras que las llamadas a la línea de asistencia de violencia domestica en Inglaterra y Gales han aumentado un 61% desde el año pasado. Esto destaca trágicamente cómo las mujeres pueden estar en mayor peligro cuando se encuentran con las personas probablemente más cercanas a ellas. Sin embargo, las políticas declaradas de Ayuso y su gobierno sólo buscan apropiarse del discurso feminista, mostrando poco compromiso contra la erradicación de la violencia de género en la capital.

Las medidas del PP declaran que “la violencia doméstica es una lacra en nuestra sociedad que hay que erradicar” y prosiguen “continuaremos luchando con todos los recursos a nuestro alcance contra la violencia doméstica”. Sin embargo, las ideas propuestas no ofrecen más soluciones que promesas vagas y ‘perros de terapia’  para las víctimas de VBG.

Mientras tanto, el PSOE ha propuesto amplias medidas para hacer frente a la violencia de género. Entre ellas figuran el fortalecimiento de los fondos existentes dedicados a la igualdad entre géneros, el suministro de vivienda a las víctimas, garantizar espacios en residencias para mayores de 65 años que se encuentren en relaciones abusivas y conformar equipos de psicólogos que brinden apoyo 24 horas a las víctimas. Además, el candidato a la presidencia de la Comunidad, Ángel Gabilondo, tiene planes para crear programas educativos en las escuelas públicas de Madrid, con la intención de contrarrestar los estereotipos dañinos que podrían impulsar este tipo de comportamientos.

Por su parte, Vox pide la derogación completa de la Ley Integral de Violencia de Género (LVG), una visión aterradora para las muchas personas que han confiado en las protecciones y recursos que brindaba esta misma.

Esta claro que la visión del PP en relación con la violencia de género, considerándola un mal comportamiento individual, más que un síntoma de las desigualdades estructurales es extremadamente perjudicial. En el Día Internacional de la Mujer de este año, Ayuso llamó al 8 de marzo “el Dia de la Mujer Infectada [por Covid-19]”, refiriéndose a las pequeñas protestas de gran propagación que se habían llevado a cabo de forma nocturna y descartando descaradamente al DIM como una oportunidad para reconocer el impacto desigual que la pandemia había tenido sobre lxs Madrileñxs y sus consecuencias de género.

Las mujeres en el ámbito laboral.

Indudablemente, las mujeres se han visto afectadas de manera desigual por la pandemia, que se ha exacerbado por desigualdades profundamente arraigadas, incluidas las del mercado de trabajo. En septiembre de 2020, de las 206.575 desempleadas, 115.939 eran mujeres y 90.636 hombres.

Las mujeres tienen más posibilidades de tener un trabajo precario, mal remunerado y arriesgado que los hombres; por ejemplo, el 71,4%  de las funciones de saneamiento y servicio público en Madrid son desempeñadas por mujeres.

La respuesta de la derecha a la inseguridad laboral y el desempleo incluye una serie de iniciativas destinadas a reforzar la presencia de mujeres en puestos de liderazgo, aunque describen muy pocos detalles sobre cómo se logrará este apartado. Por otro lado, el PSOE ha ideado medidas tangibles como los programas de acceso al mercado laboral para mujeres de grupos minoritarios como las de la comunidad gitana.

Derechos sexuales y reproductivos.

Durante su etapa como presidenta regional de Madrid, Ayuso no ha invertido todavía en la salud de las mujeres, a menos que haya sido para reforzar las bases tradicionales de la familia. En consecuencia, ha tratado de obstaculizar el acceso a los servicios de anticoncepción y aborto.

En su manifiesto, establece un plan para “apoyar la vida de los no nacidos, dando alternativas a las madres

embarazadas”, con el fin de evitar el aborto por completo. Este enfoque prioriza la noción arcaica de familias tradicionales sobre la prestación de servicios de salud seguros y accesibles para las mujeres.

Los partidos de izquierda como PSOE, Podemos y Más Madrid, establecieron medidas para ampliar y mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva existentes, así como políticas destinadas a combatir la pobreza menstrual.

Existe el apoyo y soporte 24 horas para mujeres en situación de violencia de género a través de los siguientes canales:

  • Línea de atención directa: 016
  • Correo: 016-online@igualdad.gob.es
  • WhatsApp: 600 000 016
  • Para información adicional, consulta la pagina 016 del Ministerio de Igualdad.

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