Conozco a Serigne Mbaye del círculo de conferencias de activismo de base de Lavapiés, en el cual suele encontrarse en la primera línea de las protestas dando poderosos discursos contra el racismo. Los que le conocen no les sorprende que se presente a las elecciones para el Gobierno de la Comunidad de Madrid con Unidas Podemos, teniendo como objetivo convertirse en uno de los primeros diputados negros en España, entre otras muchas metas pioneras.
“Soy de Kayar, un pueblo pobre de pescadores cerca de Dakar, en Senegal. El país depende en gran medida de la pesca y la agricultura, pero las enormes flotas internacionales de Occidente y de Asia pescan en esas mismas aguas, haciendo que muchas personas se vean obligadas a dejar su negocio y buscarse una nueva vida en el extranjero”, explica Serigne. “Me vine a España porque quería tener un mejor futuro. Sin embargo, lo primero que me pasó nada más llegar fue que me pusieron en un centro de internamiento de extranjeros”.
Serigne se pasó cinco días en un CIE hasta que le dejaron ir y emprendió su camino hacia Madrid, donde comenzó a trabajar como mantero al poco de llegar. “Es muy fácil convertirse en mantero. Llegas y, a los pocos días, compras algunas cosas a un mayorista certificado y las empiezas a vender en la calle por un poco más de dinero. Fue lo que hice cuando llegué”, cuenta.
En 2015 se fundó en España el Sindicato de Manteros con Serigne como portavoz, liderando, así, una campaña de base para la revolución de los derechos de los migrantes en este país.
“La regularización [de migrantes] es un asunto del gobierno central, pero las comunidades autónomas, así como los municipios, deben aportar su granito promoviendo políticas inclusivas y sociales y no solo medidas policiales, que es lo que está ocurriendo en Madrid ahora mismo. Los manteros y los migrantes sin papeles ya están aquí y criminizarles no es la respuesta”.
“No venimos aquí a cometer crímenes, venimos a trabajar. Eso se traduce en contribuir al desarrollo del país, lo cual es algo positivo para España”.
La Ley de Extranjería requiere que residas en España sin papeles durante tres años para que puedan iniciarse los procesos de regularización, pero eso es prácticamente imposible de cumplir por el requisito de tener un contrato permanente. Esto significa que te pasas, como mínimo, tres años sin acceso al sistema de salud y huyendo de la policía. Muchos achacan la pérdida del amigo de Serigne, Mame Mbaye a esta combinación tan peligrosa.
“Conocí a Mame en el barco”
Tanto Serigne como Mame salieron de la ciudad de Saint Louis, su Senegal nativo, para llegar a las costas de las Islas Canarias en un bote con otras 93 personas, algunos de ellos menores. Tras una semana en el mar, llegaron a Santa Cruz, Tenerife, el 29 de mayo de 2006.
En los 12 años que estuvo en Madrid, Mame Mbaye trabajó como mantero y como cocinero en el restaurante de un amigo. Ganaba lo suficiente para pagar una habitación en un apartamento de la Calle del Oso y su plan era arreglar sus papeles. Cuando acababa de cumplir 35, Mame se desplomó en la puerta de su casa y los dos amigos nunca volvieron a verse.
Todavía surgen dudas sobre la muerte del paro cardiaco que sufrió Mame Mbaye. Sus amigos dicen que fue perseguido por la policía, desencadenando así una afección cardiaca subyacente, pero la policía defiende que se lo encontraron inconsciente en el suelo fuera de su hogar en Lavapiés.
El hecho de que se debatan las circunstancias que rodean la muerte de Mame Mbaye trae a la superficie el latente racismo del sistema de justicia.
“Tres años más tarde seguimos esperando a que se esclarezca la muerte de nuestro compañero. La sociedad que te dio la espalda mientras vivías no ha movido un dedo para investigar la causa de tu muerte. Todo lo contrario; han seguido perseguirnos, criminalizarnos y silenciarnos”, explicaba Serigne en una vigilia que tuvo el mes pasado por el tercer aniversario de la muerte de Mame.
El racismo también está presente entre los políticos. Pregunté a Serigne por cómo se sintió cuando Santiago Abascal, líder de Vox, dijo que, si de él dependiera, deportaría a Serigne. “Eso es racismo. Va en contra de lo que tenemos que luchar en Madrid”. Si te deslizas por la nueva cuenta de Twitter de Serigne, podrás encontrar indignados bombardeándole con opiniones similares en contra de la inmigración.
“¿Qué es lo que quieres conseguir en el caso de que te elijan?”
Fuerzas policiales no racializadas. “Pierdo la cuenta de las veces que me han parado por la calle para preguntarme si llevaba encima marihuana”, se lamenta Serigne.
Acceso de los migrantes al sistema de salud. La trágica muerte de Mame Mbaye es el ejemplo perfecto de lo que puede ocurrir como resultado de las políticas racistas y Serigne insiste: “necesitamos también intérpretes en los hospitales para nuestras comunidades de migrantes”.
Regularización Ya. El derecho a contribuir de forma legal a la economía se traducirá en un incremento en la población activa española, la cual sigue sufriendo por la emigración a otros países de la UE.
Mejores oportunidades educativas para los niños migrantes. Los niños de origen migrante están en mucha desventaja con respecto a sus compañeros españoles. La clave para conseguir la igualdad, en especial desde una edad temprana, es un aumento de los presupuestos, becas y programas sociales.
Burocracia justa. “Nunca verás que un español tenga que esperar un año para renovar su DNI”, comenta Serigne, “pero, si un migrante quiere renovar incluso su carné de conducir, puede llevarle años de espera”.
Acabar con la colonización actual de África. “Segenal es rico en recursos naturales, desde combustibles fósiles y energía solar, a verduras y pescado, de los que se benefician tanto EE. UU. como la UE”, cuenta.
Visibilidad de las personas negras. “Estoy aquí para representar las voces de aquellos a los que no se les oye, así como para garantizar la diversidad en el estado. También quiero servir de ejemplo y de inspiración para las Personas negras que tienen miedo de entrar en la política”, enfatiza Serigne con un optimismo contagioso.
El objetivo es que estas propuestas mejoren las vidas de los inmigrantes de España, pero Serigne tiene más ambiciones por lograr para crear un sistema de justicia más justo, así como una economía más resistente para todos.
“Hemos sufrido debido al desmantelamiento de los servicios públicos que llevó a cabo el PP durante muchos años y hemos visto cómo, durante la pandemia, Ayuso ha abandonado a los trabajadores que cogen un metro abarrotado cada mañana y a los ancianos en residencias. La derecha ha dado la espalda a los niños de la Cañada Real, que han estado sin electricidad durante siete meses”.
Serigne y yo compartimos el mismo amor por Madrid, pero nuestro enfoque divide a las personas muchas veces.
Solemos hablar sobre lo malo que tiene Madrid (recortes en los servicios públicos, racismo institucional, marginalización de grupos minoritarios y el crecimiento del fascismo) lo cual es difícil de escuchar para algunas personas, en especial para las que no son de aquí. Pero si amas un lugar, no puedes celebrar únicamente sus cosas buenas, ya que hacerlo es un lujo del que no muchos disfrutan. En lugar de ello, debes luchar también para defenderlo y cuidarlo, y eso es lo que significa amar Madrid de verdad.
Mantente al tanto:
para seguir al tanto de los asuntos #BLM y de migraciones locales, puedes seguir estas cuentas que luchan contra el racismo:
Conoce más sobre la Charla electoral de Madrid:
- The Cañada Real, Madrid’s forgotten neighbourhood
- Gender inequality, domestic violence and reproductive rights
- Period poverty, tampon tax and women’s rights
- Unaccompanied migrant children
- Car emissions, the incineration plants and up to 5,000 preventable deaths
- The fight to save Spain’s public health system
- Social housing, evictions, empty flats and Blackstone
- The platform giving immigrants the right to vote
Traducción por Sofía Vicente.
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